Internet pone al alcance de la humanidad una enorme cantidad de información, recursos y, más recientemente, servicios y aplicaciones Web. Para tener acceso a todo esto debemos contar con dos elementos fundamentales: una conexión de acceso a Internet y un Navegador Web instalado en un computador o en un dispositivo móvil.
La conexión de acceso a Internet se contrata con un Proveedor de Servicios de Internet (ISP por su sigla en inglés) quién por un valor mensual provee una conexión con determinado ancho de banda. Este ancho de banda se mide en kilobits por segundo (kbps) y el costo depende, entre otras cosas, de cuántos kbps se suministren [1]. Varios países han implementado normas para regular este servicio; por ejemplo, la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones de Colombia recientemente fijó en 1.024 kbps la velocidad mínima para que los IPS puedan comercializar su servicio con la denominación de banda ancha.
Otro aspecto a considerar y que influye en el costo del servicio es si la conexión es dedicada o es compartida. En este último caso se habla de índice de reuso externo que consiste en compartir un ancho de banda X entre varios clientes. Por ejemplo, una Institución Educativa (IE) que contrata una conexión de 4.096 Kbps (equivalente a 4 Mbps ó 512 KBps [1]) con un índice de reuso de 8:1 debe compartir la conexión con otros 7 clientes del ISP. En el mejor de los casos, la IE puede tener a su disposición un ancho de banda completo de 4.096 Kbps cuando los otros 7 clientes no estén conectados. El peor escenario se da cuando los 8 clientes utilizan de manera intensiva y simultánea la conexión; a cada uno de ellos le corresponde un ancho de banda de 512 Kbps.
Por otra parte, bien sea que se disponga de una conexión dedicada o con reuso externo, también hay que tener en cuenta el reuso interno. Este hace referencia a cuántos usuarios van a tener acceso a Internet de manera concurrente dentro de la Institución Educativa. Por ejemplo, no se obtiene la misma velocidad de navegación en una sala de informática con 20 computadores que en una con 40. El ancho de banda disponible para la IE, en un momento dado, debe repartirse entre todos los usuarios internos.
Otros dos aspectos a considerar cuando se contrata una conexión a Internet son tanto la tecnología que utiliza el ISP, como su capacidad de soporte técnico, solidez y trayectoria. Respecto a la tecnología, un ISP puede conectar a sus clientes a Internet a través de diferentes medios como Fibra Óptica, ADSL, Cablemódem, GSM, Wifi, entre otras. Este aspecto depende en gran medida de la ubicación geográfica que se tenga y de la cobertura que tenga el ISP. En muchos casos, la mejor opción del mercado (por costo, ancho de banda ofrecido y tecnología empleada) no se puede tomar simplemente porque el ISP no tiene cobertura en el área donde está ubicada la IE.
Un último aspecto que se debe tener en cuenta hace referencia a las velocidades de carga y de descarga. Cuando un ISP ofrece una conexión con un ancho de banda de, por ejemplo, 4 Mbps se refiere por lo regular a la velocidad de descarga de páginas o archivos desde servidores Web. Sin embargo, la velocidad de carga (upload, en inglés) debería ser como mínimo una cuarta parte de la velocidad de descarga. La velocidad de carga es importante cuando se transmite información desde los computadores de la IE hacia servidores Web, se envían correos electrónicos con archivos adjuntos pesados o cuando se envían formularios, se suben fotos a Flickr o videos a Youtube, etc.
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